Nos conocimos en Varsovia, empezamos hablar con el correr de la conversación fue como si nos conociéramos de toda la vida una simple casualidad, o el destino nos junto, para llevarnos bien ,como es la vida cambiante como ella sola.
Sentí una conexión que nunca antes había experimentado, pero tu mirada fija en mis ojos hicieron que la complicidad de la conversación fuera aumentado, entre risas y la seriedad que requería la conversa de ese momento, todo acompañado de su pisco sour y los juegos que nos entrego el garzón, qué por lo demás estaba bastante lúdico.
La noche se acercaban entre risas y miradas al son de las velas, con la compañía de los niños que hablan de otras cosas, cada uno en su tema, quizás que estaban pensando ellos en ese momento.
Con el correr de los días fuimos hablando, mi teoría se cumplió no fue una simple casualidad el habernos conocidos, un ser supremo nos junto, para ayudarnos el uno al otro con nuestra forma similar de ser.
Brillante jugada del señor que nadie lo ve, pero que todos rara vez, se acuerdan de él, sobre todo en casos extremos, con características de buscar una especie de salvación casi divina en algún caso en particular de cualquier índole la cuestión es salvarse a como dé lugar.
Agradezco haberte conocido nunca, pensé conocer alguien que se comportara parecido a mí, que se mostrara tal y como es.Acá tienes un amigo, a quien recurrir en cualquier caso siempre estaré para poder, tenderte una mano protectora, sincera, afectiva.