Los hijos son un tesoro, una bendición, un regalo de dios, es difícil dar una definición exacta a tan enorme responsabilidad de velar por su cuidado, por su integridad física, social, emocional. Serán el reflejo de uno cada gesto, cada mirada, será imitada por ellos, ya que los niños son el espejo de los padres. Nadie nace sabiendo como ser padre la única receta es darle amor, comprensión, seguridad y bienestar.
Los Hijos son lo más maravilloso, que nos puede entregar la creación humana es un sentimiento que no se explica, sólo se siente y se lleva en el corazón ellos son capaces de encantarnos con sus locuras, enfadarnos con sus travesuras, esto es como el guión de una película en donde, ellos aprenden a ser hijos y nosotros aprendemos a ser padres.
Seres únicos con una sensibilidad, que traspasa mis sentidos, de carisma alegre, amistoso e ingenuo, que sólo hechos tienen, de una alegría a veces envidiable ellos ven la vida como, un parque de diversiones en donde la única regla es jugar, reír , cantar, saltar ,etc.
Son ellos pequeños seres, capaces de transformar un ambiente de tristeza y desolación, en un parque, de entretención con esa alegría y espontánea que los caracteriza a ellos.
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